viernes, 10 de octubre de 2008

QUIERO DECIROS

Mis queridos amigos, hoy quiero celebrar la vida con vosotros. Me diréis: ¿por qué?.

Vereis, empezaré dándoos las gracias por haberos conocido, pues desde ese mismo instante me habéis enriquecido en todos los aspectos: habéis reído conmigo, llorado conmigo, cambiado opiniones conmigo en acuerdo o en desacuerdo que más da, lo importante del caso es que hemos y estamos compartiendo nuestras vidas, nuestras creencias, opiniones, deseos, esperanzas o fracasos; a fin de cuentas los vínculos imperceptibles de la construcción multidireccional del edificio magistral de la amistad, pilar del Universo que hemos de construir entre todos.

Si alguna vez, alguien abandona en cualquiera de las partes este lazo de unión, esperamos que no sea por nuestra culpa, si no por que el otro no estaba designado para terminar dicha ejecución. Construcciones hay tantas como personas formamos el mundo y es imposible compartir el camino pués no todos vamos en la misma dirección.

Si alguna vez, ocurriera que fuera por causa de desatención o creáramos dolor, que no haya sido con intención, que fuera por circunstancias y no nos lo tengan en cuenta. Pues, también nosotros recibiremos por parte de otros con mayor o menor intensidad, abandonos, traiciones, desprecio, incomprensión, dolor, amargura, envidia, celos, o cualquier otra desconsideración que nos afecte en lo personal. No haga que nuestro motor del sentimiento mute a mal, pues es lo mejor que tenemos gracias a lo que nos enseñaron y el amor que nos dieron y nos dan.

Me alegro de sentiros, viviros, escribiros, cantaros, abrazaros, compartiros, con las cotidianas palabras que salen de nuestros dedos, nuestras bocas y estamos llenándonos de luz, de alegría, de esperanza y de todo lo demás que el cielo alcanza.

Tú que enseñas el arte de la música y te atreves a compartir con esta inculta musical, tus dones de poder interpretar las bellas obras que nos dieron los divinos genios constructores del arte musical de todos los tiempos.

A vosotras que compartis conmigo la profesión de organizar y ejecutar trabajos administrativos y que sois madres, hermanas, compañeras y lo fantástico que es descubrir que soy comprendida y querida. Tenéis un corazón hermoso y os alegráis de mis dichas, lloráis con mis penas y reís mis tonterías, deseo seguir compartiendo con vosotras la vida.

A ti que cuidas que tus pacientes, de su salud corporal y la personal. Tú que te cruzaste en mi camino por avatares del destino y estamos construyendo una amistad basada en lo etéreo que es lo que la vida nos da, más no menos real.

También a ti filósofo eterno del bien y del mal; aventurero rebelde que luchas en tu mundo por un mundo mejor, psicólogo de las palabras, escrutador de universos clandestinos que nos ves cuan hermosa es el alma y que nada de lo humano te es ajeno. Y como un niño vas en busca de paraísos y tesoros que tu crees que se han perdido, ten esperanza en tú vida pues así es la esperanza misma. No te me pierdas, pues aprendo contigo y me enseñas cosas que jamás había creído.

Al resto deciros que es una alegría enorme el teneros en mi vida por que así Dios lo ha querido.

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